Rabash Anotaciones 158. Según la aflicción es la recompensa

 

Por medio de cumplir con el mandamiento de "Ama a tu prójimo como a ti mismo" que el hombre hace, el cual trae sobre él pensamientos y deseos de querer purificarse a sí mismo. Esto se llama "El que viene a purificarse". Este es el momento en que invierte fuerzas para purificarse del amor propio.

En ese momento, llega a un estado de aflicción y dolor por no poder alcanzar la pureza, sino todo lo contrario. Esto es así porque cada vez ve más la verdad: cuán inmerso está en el amor propio y no ve ninguna posibilidad en el horizonte que pueda sacarlo de esto.

Entonces, cuando lamenta esto, adquiere la necesidad por la ayuda del Creador. En ese momento le llega la ayuda de lo alto, como dijeron nuestros sabios: "Quien viene a purificarse es ayudado" . Esto es considerado como "toda la luz".



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